Del 5 al 11 de octubre, los automovilistas seguirán sin recibir estímulo fiscal en la gasolina regular o Magna, lo que significa que deberán pagar la cuota completa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), fijada en 6.17 pesos por litro.
Durante la primera semana completa del mandato de Claudia Sheinbaum, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mantuvo por quinta semana consecutiva la eliminación de los estímulos fiscales para la gasolina regular o Magna.
Para este periodo, los automovilistas deberán asumir el pago total del IEPS, cuyo valor asciende a 6.17 pesos por litro.
La situación es similar para la gasolina premium y el diésel, ya que el gobierno decidió nuevamente no otorgar ningún tipo de apoyo fiscal. Esto implica que los consumidores también tendrán que cubrir la cuota completa del IEPS, que es de 5.21 pesos por litro para la gasolina premium y de 6.78 pesos por litro para el diésel.
Desde finales de octubre de 2023, la gasolina premium no ha recibido estímulos fiscales, mientras que el diésel no cuenta con ningún apoyo desde julio de este año.
Todo esto ocurre en un contexto donde los precios de la gasolina en México se han mantenido estables, a pesar del alza en el precio del petróleo crudo debido a las tensiones en Medio Oriente entre Israel y Líbano.
Durante la semana, el crudo de referencia estadounidense West Texas Intermediate (WTI) experimentó un aumento del 9.1%, alcanzando los 74.38 dólares por barril, registrando su mayor incremento semanal desde marzo de 2023. Este aumento se debe al temor de que el conflicto entre Israel y Líbano pueda escalar en una guerra regional.
A pesar de esto, el precio de la gasolina regular en México se mantuvo en 23.92 pesos por litro, sin variaciones respecto a la semana anterior, según los datos de la plataforma PETROIntelligence.
El gobierno mexicano ofrece estímulos fiscales a las gasolinas con el objetivo de estabilizar sus precios y mitigar el impacto que un aumento en los precios internacionales del petróleo podría tener en el país.
Cuando los precios internacionales del petróleo suben, el gobierno reduce la cantidad de IEPS que cobra. En cambio, cuando el precio del crudo baja, el gobierno recorta el estímulo fiscal, aumentando el cobro de IEPS.
